Elena Llorca, exdecana del Colegio de Politología y Sociología de la Comunitat Valenciana, ha analizado las noticias falsas y confusión generada en el caso catalán
El desorden conceptual existente en torno a la expresión del “derecho de autodeterminación de Cataluña” es fruto tanto del desconocimiento popular sobre conceptos jurídicos como del interés político en desinformar. A esta conclusión ha llegado Elena Llorca Asensi, reciente doctora en Sociología por la Universidad de Alicante y actual vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Politología y Sociología de la Comunitat Valenciana, en la tesis Conflicto de interpretación sobre el derecho de autodeterminación en el caso catalán. Estudio desde la sociología, defendida en julio de 2022. Según sus conclusiones, el uso de estrategias de desinformación por una parte de la clase política incide en una confusión generalizada entre la población.
Los resultados del estudio indican que esta desinformación es tanto deliberada como accidental: deliberada porque una parte de la clase política promueve una interpretación errónea del concepto jurídico y accidental porque la población media no cuenta con conocimientos técnicos especializados ni en derecho internacional ni en otras disciplinas complejas.
Estos resultados llevan a afirmar a la socióloga que “existe un gran riesgo de que aumente la creciente polarización social e ideológica por esta falta de información jurídica objetiva y adecuada”, mientras que la información falsa sobre cuestiones jurídicas es empleada para conseguir objetivos políticos y “se busca provocar determinadas emociones en los ciudadanos que les muevan a acciones concretas que interesan a quienes las promueven”.
La sociedad de la desinformación y la narrativa populista
La tesis está contextualizada en lo que ya se conoce como sociedad de la desinformación “por el ingente volumen de información falsa que circula por las redes”, apunta la nueva doctora. Además “es una sociedad en la que priman los valores posmodernos, que relativizan la existencia de verdades únicas y son favorables a que cada uno se construya su propia verdad”.
En la sociedad actual se recoge, según indica, “un aumento de las narrativas populistas que promueven una creciente polarización social entre grupos que se perciben recíprocamente como enemigos, así como entre el pueblo y las élites, que está en la esencia del populismo”. En un contexto de populismo, por tanto, lo que provenga de las élites es rechazado de plano. Cuando ese “algo” es conocimiento científico o especializado, como es el caso de cuestiones jurídicas complejas como la incluida en este estudio, se rechaza más aún, lo que profundiza en una crisis del conocimiento experto, sustituido por el saber o el sentir popular; lo que los anglosajones expresan como the people know best frente al que no cabe argumentación racional.
La investigadora incide en cómo, además, el entorno digital promueve estas dinámicas, “pues crea cámaras de resonancia en la que los ciudadanos acabamos por acceder solo a aquellos espacios que replican nuestras propias ideas, gracias al perfeccionamiento de los algoritmos que seleccionan qué contenidos se nos van a mostrar y cuáles no cuando accedemos a Internet.” Estos algoritmos, añade, “median hoy en buena parte del proceso de comunicación humana”.
Sobre la elección del “conflicto catalán”
Para estudiar la desinformación jurídica Elena Llorca escogió la crisis política y social que supone el enfrentamiento entre el independentismo catalán con el Estado español, el llamado “conflicto catalán”. Diversos estudios apuntan a la existencia de abundante narrativa populista desde ambos lados del conflicto, principalmente entre algunas agrupaciones independentistas y entre formaciones de derecha radical. Además, se ha demostrado que el apoyo o no a la independencia es una variable de polarización ideológica y emocional dentro de la sociedad española, siendo España una de las sociedades con mayor polarización afectiva de Europa. Por otra parte, se trata de una crisis en la que hay un fuerte componente de elementos jurídicos, “pues se sustenta en parte en la interpretación de lo que la ley permite y lo que no, y lo que la voluntad política podría cambiar de esa ley y lo que no”. De hecho, añade la autora, “diversos autores apuntan a que el llamado Procés es, sobre todo, una crisis constitucional española”.
Metodología de la investigación
La tesis doctoral incluye un compendio de artículos publicados en prestigiosas revistas científicas. Dirigida por los doctores María Elena Fabregat Cabrera y Raúl Ruiz Callado, ha seguido una metodología secuencial, en la que los resultados de cada etapa marcaban los objetivos de la siguiente, lo que ha permitido “abordar el estudio sin ideas preconcebidas de la magnitud o el origen de la desinformación jurídica en el caso de estudio, dejando que los datos hablaran por sí solos”.
En primer lugar, se realizó una escucha activa en Twitter para identificar los principales temas de conversación durante 2019, año del llamado juicio del Procés. Tras evidenciar que “autodeterminación” era el concepto jurídico más polémico, se consultó en 2020 y 2021 a 102 expertos de 33 universidades españolas, la mayoría doctores en derecho internacional, a los que se solicitó colaboración para conocer qué es el derecho de autodeterminación desde el punto de vista jurídico, extrayendo solamente la información objetiva. A continuación, la autora trabajó para identificar la interpretación errónea señalada por los expertos tanto en Twitter, foro preferido por los ciudadanos para hablar de política, como en la población general. El resultado evidenció una desinformación generalizada que, en el caso de Twitter, iba acompañada de emotividad negativa en el 96,5% de los casos. Fuera de las redes sociales, “el 60% de la población encuestada manifestó tener un conocimiento erróneo que sigue la estela de lo promovido por una parte de los políticos. Y otra parte que simplemente estaba poco informada”.
Además se han aplicado técnicas informáticas avanzadas de análisis semántico y minería de textos, combinadas con métodos propios de las ciencias sociales, que han permitido la obtención de los resultados.
Precisa la investigadora cómo “salieron muchas diferencias entre los partidarios y detractores de la independencia, y entre quienes estaban a favor y en contra de la celebración de un referéndum; se veían elementos de polarización dentro de la sociedad española y catalana, y esto implica un gran riesgo para la estabilidad democrática, porque ahonda en la creciente polarización ideológica y afectiva que ya han detectado otros estudios anteriores y que afecta de forma importante a la población española”. Por eso, informa, “hay un gran riesgo de que la falta de información jurídica objetiva y adecuada siga ahondando en esta creciente polarización y sea un factor de mayor crispación social”.
Elena Llorca acredita una larga experiencia profesional en el ámbito de las tecnologías y la sociedad de la información. Recientemente, se ha incorporado a Brainstorm Multimedia, empresa valenciana de realidad virtual en la que coordina actuaciones dentro de los proyectos de I+D de ámbito europeo o nacional, aunque la investigación doctoral la realizó siendo aún responsable de proyectos de Lucentia Lab, spin-off de la UA, dedicada al big data y la inteligencia artificial. Es además profesora del departamento de Sociología. Forma parte del Grupo de Investigación universitario SOC-INNOVA (Sociología de la Innovación y el Cambio Social). Su principal interés es la investigación del impacto de las tecnologías en la sociedad, la economía y la política. Su tesis doctoral ha sido la primera del área de Sociología con doble mención industrial e internacional en la UA.